Hay una leyenda japonesa que dice que un hilo rojo conecta a dos personas y que la arteria que conecta al corazón con la punta del dedo meñique es la que genera esa unión, se puede estirar, acortar o anudar pero nunca se podrá romper ese vínculo que les une de por vida. Son muchos los mitos donde hay un hilo que remite a la idea de que la vida tiene que ver con una hebra.